¿Por qué las tardes se convierten en un reto cuando tu hijo tiene TDAH?



Son las 19.30 de la tarde. 

Llegáis a casa del entrenamiento, y repentinamente, no sabes qué ha ocurrido, pero todo se convierte en un problema. 

No quiere terminar sus deberes, 

no quiere ducharse, 

no le gusta lo que hay para cenar... 

Todo se convierte en NO.


 Cualquier intento por guardar la calma se convierte en diana de un nuevo ataque. Nada de lo que intentas funciona, entre otras cosas, porque te encuentras agotado/a de todo el día.


No entiendes qué es lo que le ocurre. En el colegio las cosas van mejor desde que toma su medicación, de hecho las últimas notas han mejorado y su comportamiento también. Sin embrago las tardes son cada vez más difíciles. 

Quizá pienses que es culpa tuya, 

que algo de lo que deberías hacer no lo estás haciendo, 

o que algo de lo que estás haciendo no deberías hacerlo.

Dudas, culpa, agotamiento...


Pues bien, si tu hijo toma medicación estimulante te explico qué es lo que le ocurre a última hora de la tarde:


La medicación estimulante, tratamiento farmacológico de primera linea en el TDAH, es un tipo de fármaco de acción rápida. Sus efectos duran unas horas, pasadas las cuales, el cuerpo lo elimina desapareciendo su efecto hasta la siguiente dosis.

Cuando los síntomas del TDAH brotan con mas fuerza una vez que el efecto de la medicación va disminuyendo, es posible que se deba a un "efecto rebote".


Pero... ¿Qué es eso del efecto rebote?

El "efecto rebote" es la reacción del cerebro ante la pérdida del efecto de la medicación. Cuando el metabolismo individual, hace que el descenso sea excesivamente rápido, en lugar de ser progresivo, los síntomas del TDAH aparecen de manera más intensa durante un corto periodo de tiempo.


La medicación estimulante comienza a hacer función pasados los 30 o 60 minutos desde su ingesta. A partir de este momento su liberación es prolongada y su efecto durará un determinado periodo de tiempo que puede variar según el metabolismo de cada persona. Normalmente pasado un tiempo, el organismo elimina completamente sus componentes. Cuando este descenso, se da excesivamente rápido, es cuando observamos un repunte momentáneo de los síntomas.


La buena noticia, es que este proceso suele tener una duración aproximada de hora u hora y media. Conocer los motivos de la irritabilidad de tu hijo a última hora de la tarde, te ayudará a hacer otra lectura de su comportamiento. Si a pesar de ello, la situación se vuelve muy complicada de gestionar, te recomiendo que consultes con tu médico. A veces un pequeño reajuste de la medicación, puede ayudar a que ese descenso sea menos brusco.




 

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