Tu lugar seguro

 

El miedo se esconde tras muchas de las emociones que nos dominan en el día a día. La única manera que conozco de ser ser valiente es teniendo MIEDO. Quizá sea una de las emociones más útiles del ser humano, puesto que le ha permitido sobrevivir. Nuestro cerebro está preparado para detectar el peligro y poder dar una respuesta adecuada que nos permita continuar. Se podría decir que gracias al miedo somos lo que somos hoy en día.

Por tanto, no es de extrañar si te digo que el miedo es tan necesario como otras emociones que probablemente te resulten más placenteras. Lo cierto es, que a nadie le agrada sentirse invadido por esta emoción. Sin embargo, si sabes leer entre líneas, siempre que sientas miedo, éste te está dando información. Escúchalo, siéntelo y transítalo. Cuando compruebes que no existe peligro real, de hecho la mayor parte de las veces es así,  sáltalo, porque al otro lado del miedo quizá se encuentren las situaciones más bonitas y enriquecedoras a las que podrás enfrentarte a lo largo de tu vida.

Pero...

¿Cuál es la mejor compañía para transitar el miedo? Quizá has pensado en la CALMA, pero si me lo permites, te cuento un secreto: la mejor compañera para este viaje es la SEGURIDAD.

 

Hoy te traigo un ejercicio muy utilizado en terapia. Consiste en visualizar tu lugar seguro. Puede ser real o imaginario. Se trata de concretarlo con el mayor número de detalles posible, imaginarlo a través de los cinco sentidos. Recrearlo en tu mente de la forma más exacta posible, para que puedas acudir a él siempre que lo necesites.

 Ahora coge un papel, dibújalo y ponle nombre, después trabaja en el siguiente EJERCICIO DE VISUALIZACIÓN.

¿Te atreves a crear tu LUGAR SEGURO?