Lo normativo aburre, lo diferente asusta




Esta mañana, yendo por la calle, me he dado cuenta de que iba caminando tras un grupo de chicas, que podríamos situar dentro de la adolescencia, a las que me he puesto a observar. Me ha llamado la atención que mirándolas por detrás, seguramente alguien que no las conoce como yo, no las hubiera podido diferenciar.

 

Y me explico...

     

Mismo peinado, mismo pantalón, misma cazadora y mismas zapatillas. Esa edad en la que la necesidad de pertenencia al grupo, unida a las tremendas inseguridades que invaden cada día tu mente, hace que debas seguir al rebaño para no sentirte perdido.


Por el contrario, cuando uno se hace adulto, por decir algo, se pasa la vida buscando diferenciarse de los demás. Buscando aquellos "objetos" materiales o invisibles, que te hagan parecer único, que te hagan sentir especial. Sin embargo, cuando algo o alguien es realmente distinto en esencia, hace que nuestros cimientos como sociedad se tambaleen tanto, que todos los esfuerzos
van dirigidos a hacerlo parecer "normal".


Sólo por comentar.


 


 

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